HERENCIA CONTRADICTORIA / CIRCULACIÓN

Texto: Catalina Mena Larraín

Por estos días se escuchan, amenazantes, las voces que anuncian la caída del orden. Se resquebrajan los códigos tradicionales que estabilizaban, para bien o para mal, el pacto social. Temerosas del derrumbe, las fuerzas se reagrupan. De un lado de la frontera, quienes se resisten al cambio defendiendo la antigua influencia de unos signos ahora desgastados; del otro, quienes pretenden reeducar la lengua, forzando la emergencia de un nuevo ordenamiento. En la línea de fuego, quienes sostienen la pregunta, piensan desde el quiebre, lo hacen síntoma e intentan elaborar su contradictoria complejidad. La obra de Jacinta Besa se ubica en esta fisura.

Desde sus primeros trabajos, hace ya diez años, la artista viene interrogando las construcciones simbólicas que han determinado su lugar como mujer y sus posibilidades de actuar en el mundo. Distanciándose de cualquier proclama disciplinaria, su obra se desenvuelve como un ejercicio autorreflexivo a través del cual elabora críticamente su propia biografía. Desde la metáfora, como estado abierto a la multiplicidad del sentido, la artista explora los cruces de su memoria.

La suya es una obra que asume la contradicción como estado vital y creativo, como posibilidad emancipatoria. Desde su propia experiencia, va articulando una reflexión más amplia sobre los condicionamientos que limitan la libertad de las mujeres en la sociedad chilena. Esta tensión entre lo individual y lo social se despliega en la iconografía de su obra. Pero también allí introduce un elemento de contradicción, cuestionando las múltiples formas, conscientes o no, en que las propias mujeres colaboramos a mantener el statu quo. Su obra pone en escena un juego entre continuidad y cambio que opera desde el nivel mental, corporal y biográfico para expandirse a la cultura.

Su trabajo pone a dialogar elementos propios de la naturaleza que se entrecruzan con íconos culturales. La mujer aparece unas veces como símbolo equívoco, forzado a calzar con ciertos discursos, hábitos y costumbres. Pero otras veces la mujer es flora, es fertilidad y potencia. Este entrelazamiento de imágenes naturales y signos culturales alude a la posibilidad de un sistema orgánico de interrelaciones, donde las diferencias sumen valor y la biodiversidad colabore al funcionamiento del conjunto.

-English-

These days, threatening voices announcing the collapse of the established order can be heard. The traditional conducts that stabilized, for better or for worse, the social pact have cracked. Fearful of a collapse, the forces have regrouped. On one side, those who resist change by defending the old influence of now worn out symbols; on the other, those who seek to reeducate language, thus compelling the emergence of a new order. In the line of fire, those who question, contemplate from the fracture, make it a symptom and attempt to elaborate a contradictory complexity. Jacinta Besa’s work is located within this rift.

Since her first work, dating back ten years, the artist has been interrogating symbolic constructs that have determined her place as a woman and her possibilities of acting in the world. Distancing herself from any disciplinary proclamations, her work unfolds as a self-reflective exercise through which she critically elaborates her own biography. Using metaphors as a stepping stone, open to a multiplicity of meanings, the artist explores passages of her memory.

Her work adopts contradictions as a vital and creative state, as an emancipatory possibility. Taking from her own experience, she expresses a broader reflection regarding the constraints that limit the freedom of women in Chilean society. This tension between both individual and social constraints unfolds in the iconography of her work. But this is also how she introduces an element of contradiction, questioning the multiple forms, conscious or not, in which women themselves collaborate to maintain the status quo. Her work brings to the forefront a game between continuity and change that operates on a mental, corporal and biographical level and expands into culture.

Her work creates a dialogue between elements of nature that intersect with cultural icons. Women appear at times as an ambivalent symbol, forced to fit into specific discourses, habits and customs, while other times they are flora, fertility and power. This intertwining of natural images and cultural symbols alludes to the possibility of an organic system of interrelationships, where differences add value and biodiversity contributes to their functioning as a whole.

“Circulación” Políptico. Plasticina, objetos, fotografía sobre acrílico y impresión fine art. 80 x 700 cms. 2016/2018.
“Circulation” Polyptych. Plasticine, objects and photo on plexiglass + fine art print. 80 x 700 cms. 2016/2018.

“Fotograma I” Plasticina sobre alucobond (aluminio revestido). 35x45cm. 2015
“Photogram I” Plasticine on alucobond (coated aluminum). 35x45cm. 2015